Reforma
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*Candidatura de Xóchitl Gálvez en debate
presidencial cuestionada por su historial político
Por
Raúl Campoy
Navojoa, Sonora, a 12 de
abril de 2024.- El 7 de abril pasado, se llevó a cabo en México el primer
debate político que marcó el inicio de una nueva etapa en la carrera
presidencial. Los tres candidatos, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, expusieron sus
propuestas para mejorar la salud y la educación, así como para combatir la
corrupción y la violencia.
Es conocido de suyo
que, Xóchitl Gálvez se presentó como una candidata presidencial por la
coalición Fuerza y Corazón por México (el
PRI, PAN, PRD )bajo el argumento de no pertenecer a ningún partido político, a
pesar de su historial de cargos públicos y su asociación con partidos
prominentes en el pasado. Sin embargo, su afirmación de independencia política
se ve empañada por su trayectoria previa.
A lo largo de su carrera,
Gálvez ha ocupado diversos cargos políticos, incluyendo legisladora y
funcionaria pública, lo que evidencia su participación activa en la arena política.
Al aceptar una candidatura presidencial de coalición en referencia, Gálvez
enfrenta críticas por contradecir su autoproclamada independencia política.
Esta situación plantea interrogantes sobre la autenticidad de su postura y sus
verdaderas inclinaciones políticas. Además,
siembra la discordia entre la clase política que la apoya, donde los
golpes bajo la mesa son una constante en detrimento de la marca PRIANPRD.
En este contexto, la
decisión de Gálvez de unirse a una alianza partidista tradicional, en lugar de
buscar una vía independiente fuera del sistema político convencional, genera
escepticismo sobre su compromiso con un cambio significativo en el panorama
político nacional.
Desde un principio, vale
decirlo, su candidatura levantó preguntas sobre si representa una verdadera
alternativa o simplemente un reflejo más de la política tradicional donde es claro
que es manejada por la cúpula que representa la coalición Fuerza y Corazón
por México, cuyo propósito siempre ha
sido contrarrestar al presidente Andrés Manuel López Obrador y a MORENA.
Es de dominio público que Xóchitl Gálvez rompió una piñata que
representaba al PRI. Este acto simbólico podría interpretarse como una crítica
hacia ese partido. Sin embargo, más tarde, Gálvez se alió con el PRI como parte
del Frente Amplio por México. Esto podría ser visto como una falta de
congruencia entre sus acciones y sus palabras.
A lo anterior, se añade que Xóchitl
Gálvez está enfrentando un
infierno en medio de una alianza PRI, PAN,
PRD de la que nadie dada su trayectoria
de suyo cuestionada públicamente, puede sentirse orgulloso, un simple vistazo
al desempeño de Luis Aguilar, su coordinador de campaña le augura un resultado nada halagüeño en virtud que es
un político conocido por sus derrotas.
Además, debe lidiar con los
líderes de los otros dos partidos. Alejandro Moreno, presidente del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), no es respetado incluso dentro de sus
propias filas y acumula acusaciones. Jesús Zambrano, de ideología difusa, está
pendiente de cualquier oportunidad política que evite la extinción del Partido
de la Revolución Democrática (PRD), al igual que Jesús Ortega, miembro de la
campaña de Gálvez y perredista de corazón.
En cuanto al Partido Acción
Nacional (PAN), se encuentra Marko Cortés, un político cuya esencia gris fue
cuestionada incluso antes de que se supiera que había aprobado y firmado la
distribución de cargos entre el PRI y el PAN en Coahuila. Este escándalo añadió
una fisura más a la alianza opositora y dejó a la candidata en un estado de
indefensión evidente.
En conclusión, la incursión
de Xóchitl Gálvez en la contienda presidencial como candidata por el PRI, PAN, PRD, después de haber ocupado cargos públicos y
haber tenido una asociación con partidos prominentes en el pasado, plantea
interrogantes sobre su autenticidad y sus verdaderas inclinaciones políticas.
Se espera que en los
próximos debates y eventos de campaña, Xóchitl Gálvez pueda aclarar su posición
y ofrecer argumentos sólidos que respalden su aparente transición de la
política convencional a un enfoque independiente. Los votantes estarán atentos
a sus propuestas y acciones futuras para determinar si es realmente una opción
viable para dirigir el país o si simplemente es otro político más con una
retórica vacía. Al tiempo amables
lectores.
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papel es presentar los hechos y permitir que los lectores formen sus propias
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